martes, 13 de mayo de 2008

Escaparse Detrás de una Mirada

Decía Manolo García -este hombre parece tan imprescindible algunas veces- en una canción que las miradas volaban, volaban negras detrás de una ventana y se iban corriendo detrás de los ojos de color azul. Es cierto: las miradas son tan propias, tan necesarias, tan llenas de la esencia de un ser que se convierten en imagenes perpétuas en el cerebro cuando se recuerdan. Me pasaba con quien más quiero, que es una especie de holograma constante en mi cerebro. Y ese holograma tiene una parte impresionante, sin duda alguna, que son sus propios ojos.

 

Los ojos son miradores permanentes hacia el alma. Nos traen la imagen de su esencia. La negra mirada de quien más quiero me trae siempre la paz. Siempre...

COMO QUIEN DA UN REFRESCO
Me detengo en las miradas,
me escapo detrás.
Son como bandadas de grises palomas.
Azules, rojas, de todos los colores.
Sólo busco refrescar estos calores.
Me detengo en las miradas.

 

Con los ojos que me miran
me puedo escapar.
Sólo busco fijar esos vivos momentos.
Miradas limpias o pálidas miradas.
Sólo busco alegrarme la mañana.
Te confieso que no atino
a encontrar la calma.
Nada ansío más
y es lo que menos tengo.
Se va el alma silenciosa por la ventana
detrás de algunos ojos azul sediento.
¡Ay! del que se enamora hasta en un desierto.
Dame descanso como quien da un refresco.
 
Tu mirada vuela. Vuela, calma, vuela.
En las calles es una flecha que alivia el tiempo de los poetas.
Tu mirada vuela. Vuela, calma, vuela.
En las calles es una flecha que alivia el tiempo de los poetas.

 

Me detengo en las miradas.
Me escapo detrás.
Busco en ese mar de miradas perdidas.
Azules, verdes, de todos los colores.
Son tan libres como libres son los hombres.
Me detengo en las miradas.
 
Que el amanecer me encuentra siempre despierto.
Que me desvela el hambre que de ti tengo.
Se va el alma silenciosa por la ventana.
Se va detrás del lucero de la mañana.
Dame descanso como quien da un cigarro
.
Tu mirada vuela. Vuela, negra, vuela.
En las calles es una flecha que alivia el tiempo de los poetas.
Tu mirada vuela. Vuela, negra, vuela.
Es la flecha que hiere el tiempo.
Que lo detiene, que lo hace espeso.
Que lo detiene, que lo hace eterno.

 

Tu mirada.
Tu mirada.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

“La mirada es algo personal y responde a nuestras convicciones y forma íntima de ser”.
Tienes razón en la importancia de los ojos. “Es la parte del cuerpo que menos cambia con el tiempo”, porque es la parte más propia de cada uno de nosotros. Es el reflejo de nuestras experiencias y de nuestros sentimientos.
Son“el reflejo del alma”, porque son también la ventana al mundo que nos rodea. En una sola mirada, que dura una fracción de segundo, los ojos nos proporcionan mensajes que nos ayudan a entender el mundo que nos rodea, nos transmiten los tamaños, los colores y el movimiento de los objetos de nuestro entorno. Y las imágenes que observamos, inconscientemente, nos provocan sentimientos.
El aspecto de los ojos cambia cuando observamos algo que nos excita, brillan, centellean, y hasta podría decirse que sonríen. Lo mismo ocurre cuando algo nos provoca rechazo, se contraen, se entristecen y se irritan, provocando que lloren. Reflejan nuestros sentimientos más íntimos.
Por eso la importancia de los ojos en una persona, porque igual que una mirada burlona o arisca te hace sentir pequeño, una mirada tierna te salva del mundo que te rodea y te hace sentir apreciado. Por eso el dicho “la primera impresión es lo que cuenta” con frecuencia es acertado, porque en el preciso momento en que dos miradas se cruzan, ya decidimos si una persona nos agrada o nos desagrada por el sentimiento que nos provoca su mirada, o la expresión de sus ojos.

Dices que las miradas son necesarias… y lo son porque las personas nos abren su alma a través de ellas. Una mirada cálida y directa es una persona segura que te hace sentir a gusto. Las personas que ocultan su mirada bajo unas gafas oscuras, o la dirigen a otro lado, cuando sienten la tuya, son más protectoras de su mundo, tal vez se sienten vulnerables y por ello se esconden de la mirada ajena, haciéndose inaccesibles.

Lo fundamental de la mirada, son los ojos que te miran. Porque también reflejan el sentimiento de aquellos ojos que te están mirando. Si transmites seguridad, te sientes seguro. Si transmites cariño, te sientes querido. No son sólo el reflejo de la propia alma, sino el reflejo del alma de quien te mira.

“La belleza está en los ojos que la miran”

Irene.