jueves, 22 de mayo de 2008

Bajo la luz Sonrosada

Se despierta Santiago después de semanas de lluvia con unos tímidos rayos de sol. No es sencillo vivir aquí. Pero destila tanta hermosura por los cuatro costados que es imposible no darse cuenta y no dejarse empapar por la belleza que cae por las cuatro esquinas. Hago reflexión cafeínica. Echo un vistazo alrededor. La luz es hermosa. Siempre adoré la luz de Santiago en Primavera. Es única. Los lugares, todos ellos, tienen una luz especial, pero el caso de esta ciudad es excepcional. Por algo le llamaron el campo de las estrellas. Si uno contempla como está el mundo por ahí delante, se da cuenta que vivir en Santiago es como hacerlo en el Lothlörien de Tolkien. en un mundo que algunas veces parece empeñado en destruirse y volverse negro como la ceniza, Santiago permanece inmutable alrededor, conservando su belleza secular y su alma de pueblo, donde todo el mundo se conoce y donde todo el mundo sabe. inmutablemente tranquilo bajo la luz sonrosada de la mañana.

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