C O R D U R A

Cordura:Estado psíquico de la persona que tiene la mente sana y no padece ningún trastorno o enfermedad mental.

I N S T A N T E

Instante: Período de tiempo muy breve, casi imperceptible.

UN BREVE INSTANTE DE CORDURA

Un paseo de la mano de la introspección y la reflexión sobre la locura de la vida moderna.

oTrOs lO dIcEN

Do you still believe in fairy tales, in battlements of shining castles, Safe from the dragons that lie beneath the hill?

La Bitácora personal...

De un soñador de Bits en Pijama

miércoles, 16 de diciembre de 2015

El Extraño Sueño De Las Lagartijas



Afuera llueve suave entre nubes blancas
el sol quiere colarse entre las ventanas
sueño con las noches, y con tu sonrisa
mientras duermen su sueño de inverno
...esperando
[ las lagartijas

Los coches pasan a lo lejos en la autopista
todos esos hombres tienen tanta parisa
y yo aquí esperando, lentamente eterno
como los lloros, como los lamentos.


Y está tan hermosa la mañana
tan hermosa
tan blanca, tan lmpia
tan llena de vida,
y alegria.


Y sigo despacio pisando el teclado
Las cifras vuelan en la pantalla jugando
una logica sigue, y luego otra, y caen en su propio peso
[las horas

Afuera la tarde , tan despacio
se va dilyendo en noche gris de gris otoño
antesala inmediata del inverno
del inferno


Y sueño con las lagartijas del verano
con sus colas al viento  del mar
sobre las piedras, y las carreteras,
bajo el sol y el cielo azul y las sonrisas
[sin rutinas.


Los niños jugando, corriendo en las aceras
los besos de los estudiantes entre las flores
las sonrisas pícaras de los amantes traidores.
La cervecita en la zona vieja, los vestidos vaporosos
los turistas entre sonrisas de borrachos gozosos.
y como un suspiro , como el unico suspiro,
la tarde marcha.


Y afuera
Ahí afuera
duermen su sueño absurdo de inverno
estos dioramas.


Afuera llueve suave entre nubes blancas
el sol quiere colarse entre las ventanas
sueño con las noches, y con tu sonrisa
mientras duermen su sueño de inverno,
.. esperando
[ las lagartijas

miércoles, 22 de abril de 2015

Cuento de Tormenta


Relámpago. Diego se queda mirando la ventana. Otro relámpago. ¡OH! -dice con su limitado vocabulario. -¡OH! ( otra vez) Estamos juntos en el despacho reconvertido en habitación de juegos. Miento, reconvertido no : tomado por asalto. Como la felicidad. ¡Miá!, ¡Miá Pápa!

¿Te gusta la tormenta, Diego? No hay mas respuesta que otro ¡OH!. ¡Mia! Que si, peque. Que es una tormenta. Llena de rayos y truenos. De los delicados sonidos que traen los truenos en la distancia.  Empieza a caer. Parece una ducha. Y no te lo puedo contar todavía, Diego, pero me encantan las tormentas. Adoro los truenos y sus murmullos y como el aire parece que nos relaja mientras vemos llover y chispear el cielo.

Diego se queda mirando la calle. Yo lo miro a él. Pequeñito, algo brusco. Cachitas. Tierno. Muy tierno. Cariñoso. Muy cariñoso ( cuando quiere, claro) Ultimamente da muchos besos. En la guardería nos dicen que recoge siempre sus juguetes. Tienen suerte, aqui es evidente que no piensa recoger nada del desbarajuste que me ha dejado montado. Pero no me importa.

Llevo unos días demasiado pensativo. Demasiado meditabundo. Le he dado muchas vueltas a muchas cosas. El tiempo, y no precisamente el atmosférico, se ha mostrado con su rostro desnudo acrecentando las dudas del pasado.  Desmemorié lecciones aprendidas. Aprendí lecciones nuevas.

Mira Diego, me olvidé de contarte cosas.  Ando siempre liado y no os dedico el suficiente tiempo a tí y a Pau. Lo intento, pero siempre hay algo. Luego se me van de la cabeza. Me olvido de contártelas quizá también de cara al futuro, por eso te las escribo aquí, por si un día cuando necesites escucharlas ya no estoy para darte cuentos y contarte algunas de mis peripecias vitales. Por eso te digo: acabarás amando las tormentas, pequeñito. No te asustes. 

Aunque la cifra ahora te asuste, veinte años son nada Diego. Me di cuenta estos días. Ahora, para ti, veinte años es una vida. Un lapso de tiempo impresionante. Pero ese tiempo pasará. Y los años, Diego, como un caballo volador, se marchan y nos dejan mudados y cariacontecidos del tiempo deshechado. Eso lo aprenderás en otro momento, mi corazón. Cuando creas que ya lo sabes todo, cuando te digan que ya casi lo sabes todo. Entonces en ese momento, te percatarás de que, del propio tiempo, todavía no sabes nada.

 Hace veintidós años yo estaba en un sitio donde había una tormenta. Un sitio muy hermoso. Lleno de vida y de paisajes inigualables. Había ido de acampada a una isla con tu tía Vanessa y un noviete que tenía por aquel entonces. Era un mes de Junio y por la noche, los días que allí estuvimos , volaban como ahora los rayos.  Los truenos se escuchaban llegando desde lejos, haciendo ruidosos susurros, haciendo temblar el aire alrededor.

Para que seas libre con tu amor. Para que aprendas de mis llantos, de mis dolores, de mis errores y de mis aciertos.


Te juro que en aquellos días, yo estaba triste. Alegre y triste a la vez. Alegre por algunas cosas, y triste por otras. Pero te voy a decir una cosa Diego. Una noche me senté en aquella playa hermosa de la isla.  Y estaba solo. Y me sentí solo. Pero estaba en paz. La tormenta resonaba lejos, los rayos caían más allá de la bahía. Por dentro, me sentí bien, por primera vez, en muchos muchos meses.Creo que fue la primera vez en mi vida que sentí auténticamente la paz, mi corazón. O al menos yo así lo recuerdo.



 Te cuento, Diego, que veinte años, como dijo un señor muy guapo y listo y con una gran voz, son nadita de nada, como te expliqué antes.  Si un dia no estoy para contartelo yo, te dejo aquí escrito lo que me pasó en esa tormenta: me senti libre y único Diego. Como eres tú. Porque te hice libre y único. Te hice libre e independiente. Te delego mi amor, todo mi amor, para que ames mejor de lo que yo he amado. Para que seas libre con tu amor. Para aprendas de mis llantos, de mis dolores, de mis errores y de mis aciertos. En aquella tormenta, hace veintidós  años me di cuenta de que el amor es algo infinito, incombustible, atemporal. Que cuando amas a alguien en cierta forma, de cierto modo, lo amas para siempre aunque sea solo por un momento. Por eso sé fiel a quien amas. Y ama a quien esté contigo.

Aprende esto, mi cariño.  Aprende de todo lo que te enseño. De todo lo que os enseño, a ti y a Paula sobre el amor.  Y no reniegues de él. Porque vivís por amor y para el amor. Busca el amor verdadero, huye de sucedáneos y de paraísos prometidos egoistas.

Y todo esto que hoy te cuento, es un secreto, Diego, no se lo cuentes a nadie: me lo dijo aquella tormenta.  Me susurró con la delicada melodía del trueno 'Búscate y ama a quien te ame.' 'Vive, llora, ama, abraza, besa y dale todo a quien esté contigo'.  Por eso hoy te cuento este cuento de tormenta. Por si un día no existe el cielo y no puedo verte desde allí ni estar a tu lado para contártelo.


martes, 24 de febrero de 2015

Euforia Final

Cruza la luna la persiana, sin parar ... se cuela entre las nubes del invierno, buscando un lugar. un hueco donde mirarnos

Y me mira fijamente a los ojos. Y me susurra ¿donde estás?..

No volverá, nunca se fue: ese sentimiento, esos recuerdos  están aquí, dando una nueva dimensión a esta canción nocturna de invierno. Niebla en los pies del escritor. El que un dia soñó con bailar. Bailar eternamente una canción.

Apagado y muerto contra la brecha de luz donde las palabras se van..  No hay desertores. Son hijos que caen en un corazón. Ojos que leen tus palabras... Vuelan las palabras, se convierten en relato. Se vuelcan en la pantalla, esa breve brecha de luz que ilumina todo.

Y quiero bailar, quiero bailar... necesito tanto bailar... Esa brecha de luz vuelve a hacerme bailar...


En cada palabra, se oculta el temblor. Duerme este temblor infinito. Insaciable, impenitente, horrible. Esa pulsación que me viene desde abajo. Desde adentro como un insecto interior que me quema, que va a salir.  Ese temblor dormido. La luna mi único testigo.

la plata que el tiempo me tejió en la sien, en el mentón, se abre, se pierde, desafiando el final. Estallo. Y surjo yo, desde aquí dentro. Esa brecha de luz, que entra en mi alrededor. Los ojos que me leyeron me dan todo el calor. Por un instante soy maravilloso, único, increíble, y la música surge a mi alrededor... Y siento una voz..  Y quiero bailar, quiero bailar... necesito tanto bailar... Esa brecha de luz vuelve a hacerme bailar... El mundo gira otra vez, como antes a mi alrededor. Por un instante soy de nuevo un poco yo.



Se va . otra vez. Todo se vuelve a apagar. Desaparece por siempre esta euforia final.  Los pies de este escritor no bailarán jamás. Todo lo que una vez fue, allí ya sé quedó. Y la música ya no truena a mi alrededor aunque percibo todavía netamente un compás.

Quiero ser lo que fui. Y lo que ya no seré jamás.

Un reloj al fondo hace notar su tic-tac. Como el latido extraño de un corazón.

jueves, 19 de febrero de 2015

Pajarillo




Afirmación: quien no sueña no vive. ¿Quien no quiso cambiar de vida, empezar de cero. Vivir en un naufragio en una playa desierta soñada, desnudo al sol y con la esencia de la risa en los labios constantemente?

Medio en broma, medio en serio uno tiene sus sueños. Alguno de ellos son irrealizables, y uno lo sabe. Fastidia, pero lo asume. Sabe que no son ciertos y que probablemente pocas posibilidades tienen de volverse realidad. No hablo de golpes de suerte, loterias acertadas, amores reencontrados... (eso es irrelevante) ...hablo de sueños en sí mismos. Hablo de cabañas en la playa, en paises lejanos donde el calor nunca falta. Hablo de botellas de ron a la sombra de una palmera, mientras la marea menea el cayuco.

Luego, vas y te despiertas. Y suena el despertador de todos los días, la comida en el tupper de todos los dias, la parada a las doce para el café ( también el de todos los días ), la movida del atasco de todos los dias. Entre cada uno de los factores de la ecuación rutinaria uno deja caer un sueño. Una gota de si mismo, de sus ilusiones, de sus pertenencias, de sus aspiraciones. Una partícula minúscula. Ese desgaste se va palpando en la exigencia de esas fantasías. Que ¿por qué no se cumplen? Que ya va tocando, narices.

más allá del mar, a la playa desierta de la isla perdida. Donde una cabaña nos espera con un licor de ron fresquito, el amor a deshora y rescatado de la juventud para entregarnos a la lujuria de vivir sin tiempo. 

Somos como pajarillos, que quieren volar, ser libres, ser libres al fin, fuera de esta jaula. Fuera de los problemas, fuera de las angustias, de las rutinas del día a dia. Para llegar más allá del mar, a la playa desierta de la isla perdida. Donde una cabaña nos espera con un licor de ron fresquito, el amor a deshora y rescatado de la juventud para entregarnos a la lujuria de vivir sin tiempo. O sin contar el tiempo, mejor dicho. Que el deseo sea para siempre, duro para siempre, eterno para siempre. Lo decía Gala hace ya muchos años. 'Te querré siempre', dije , y era cierto, el amor es eterno mientras dura. Es una afirmación de los amantes. La vida no es más que un movimiento contínuo de la eternidad.

Pajarillos frágiles de deseos múltiples. Pajarillos que vuelan y se pierden en las arenas del tiempo. Carcoma ilusionada de nuestra vida, va horadando nuestra madera hasta apolillarnos la médula. Pajarillos que sueñan. Y nos invitan al vuelo.

Volver y volar de nuevo. Para un nuevo sueño.