viernes, 12 de noviembre de 2010

La Fascinación Olvidada.

Hablaba esta mañana con mi hermano sobre el tema y creo que por una vez nos pusimos completamente de acuerdo en algo: nuestra generación ha olvidado, con mucho pesar, la excitante sensación de fascinarse ante un hecho. Hemos dado por sentando tantas cosas que algunas veces siento pena de no exista un poco de carencia de algunas.
Hace muchos años, corrían principios de los noventa, un amigo me dejó un aparado extraño, raro, que tenías que meter dentro de otro aparato llamado PC para lograr que se comunicase con otros aparatos como el de manera remota. Aquella sensación era increible. Cuando oimos los pulsos -y digo bien, pulsos, no tonos puesto que la centralita de nuestra vieja casa era antediluviana- creo que casi lloramos de la impresión. Usábamos un programa que ya era de aquella raquítico: el procomm. Luego usabamos el BlueWave. Nos conectabamos a una cosa rara que nadie entendía llamada BBS. Y navegando por aquellos menús en modo texto, te sentías el rey del mundo cibernético.

Alguno pensará que soy un fósil por decir esto. Lo que soy, creo , es un nostálgico.



Años más tarde, corría el año 97, creo recordar, me conecté por primera vez a un chat de internet. Otro mundo se abrió en mi mente. Pero ya no era lo mismo. Todo era relativo. No existía esa fascinación por hablar con un tipo que estuviera en el otro lado del planeta tierra. Era algo normal. Completamente normal. Es Internet, te decían. Eso pasa todos los días. Es lo lógico.

No deja de lastimarme que hayamos perdido esa capacidad de abrir los ojos ante algo insólito, algo único, algo milagroso pero científicamente posible. Hemos perdido la fascinación por todo. Y esa apatía nos va matando poco a poco nuestra capacidad de asombro
Hemos dado por supuestas demasiadas cosas. Hemos olvidado la fascinación que nos provocaban todos aquellos retos tecnológicos y los hemos suplido con la apatía propia de la normalidad. La mayor parte de la gente que tiene internet ni siquiera sabe el fascinante mundo de ingeniería de enlace de datos que genera su actividad. No saben que es un switch, un router, un modem Frame-relay ni por donde van todos sus datos, pasando de un lado a otro a velocidades de vértigo. Lo dan por supuesto, como algo normal. No saben que sus datos se transforman en millones de pequeños paquetes, unos y ceros ordenados también matricialmente, cabeceras de datos que viajan en décimas de segundo por todo el globo terráqueo, y se reordenan siguiendo una cadena única. No lo saben . Porque todo eso se ha dado por supuesto en nuestra sociedad. No deja de lastimarme que hayamos perdido esa capacidad de abrir los ojos ante algo insólito, algo único, algo milagroso pero científicamente posible. Hemos perdido la fascinación por todo. Y esa apatía nos va matando poco a poco nuestra capacidad de asombro. Lo anodino y presupuesto puede llegar a ser una confortable manta para envolver el cadáver de la sorpresa.

3 comentarios:

Bax dijo...

Pues si, siempre he pensado que yo tendría que haber nacido unos años antes, poquitos, con diez o 15 suficiente. No solo por poder disfrutar de Led Zeppelin, o Motley Crue como se debería, es que además me perdí la revolución. Me habria encantado vivirlo como lo hicisteis, y entenderlo como vosotros, para mantener esa capacidad de asombro. Intento suplirlo con un poco de curiosidad xD. Si, toda la razón.

Anónimo dijo...

Comprendo tu punto de inflexión, pero amigo, eso se llama tecnologia y progreso. Echar una mirada atras al pasado solo sirve para autosatisfacerse de nostalgia. Claro que si fuesemos una persona de hace 20 años y nos teletransportasen a la actualidad, alucinariamos, pero tal y como la tecnologia va evolucionando, nuestro cerebro y asimilamiento lo hace a la par. Tu solo te centras en un ordenador, pero parate a pensar la de mil y una cosas que han crecido en las ultimas decadas (vease moviles, relojes, etc.). Es la Evolución, el progreso. Es cierto.. estamos invadidos por miles de millones de ceros y unos, procesados a velocidades de vertigo, con una exactitud asombrosa, pero todo eso es lo que nos hace la vida mas facil, mas comoda, mas intensa y ser parte de la época en la que vivimos.

Recordar el pasado, es bonito, pero tener nostalgia por aquel presente, es descabellado y retrogrado.

José María Ricoy dijo...

Fran el recordar cosas que pasaron por delante de nuestras vidas es algo fantastico que enriquece a las personas y crea sabiduria para quien las lee este articulo esta muy bien sobre todo para gente como la de mi generacion sin maquinas de escribir practicamente ni ordenadores que lo maximo que teniamos era el famoso boligrafo BIC