C O R D U R A

Cordura:Estado psíquico de la persona que tiene la mente sana y no padece ningún trastorno o enfermedad mental.

I N S T A N T E

Instante: Período de tiempo muy breve, casi imperceptible.

UN BREVE INSTANTE DE CORDURA

Un paseo de la mano de la introspección y la reflexión sobre la locura de la vida moderna.

oTrOs lO dIcEN

Do you still believe in fairy tales, in battlements of shining castles, Safe from the dragons that lie beneath the hill?

La Bitácora personal...

De un soñador de Bits en Pijama

lunes, 25 de febrero de 2008

Déficit Democrático

Asalta el ambiente electoral las páginas de los diarios y las ediciones de informativos. Este año, debido probablemente a que nos hemos pasado de precampaña toda la legislatura, no se nota un especial interés en la gente. Nos estamos convirtiendo en una democracia bipartidista con demasiadas tendencias dentro de dos partidos mayoritarios. Debe ser que las opciones deben delimitarse, para no tener demasiada libertad de pensamiento, o demasiadas escuelas políticas que manejar. Es irritante lo de los españolitos de a pie. O eres del Real Madrid, o eres del Barça. O del PP o del Psoe. O de izquierdas o derechas. O puedes incluso convertirte en un bicho raro que vote a los mal llamados partidos nacionalistas. Es una realidad terrible, pero palpable. Qué manía con eso de clasificar a la gente en una cosa o en otra. Pero solamente dos, que si no el cerebro no da para más.

Esta democracia nuestra es, en realidad, una prostitución de lo que debe ser auténticamente un sistema político. Me explico: si alguien me preguntó con 20 años –edad en la que yo estaba muy comprometido políticamente- cual era uno de los déficits más potentes de la democracia española, seguramente le contesté que tenínamos una enorme falta de talante democrático en la sociedad en general Dieciséis años más tarde sigo opinando lo mismo. Nos falta talante, nos falta ganas y nos falta educación. Del adversario no respetamos nada. Cuando digo nada es nada. No aceptamos ni una idea, ni un debate y nuestros politicuchos de a pie entran directamente en una especie de “debate de patio de comadres” faltándose al respeto, insultándose veladamente, descalificándose.

Ahora, todo el mundo empieza a pedir votos. Solamente un partido político de todos los que este año quieren volver a subirse al carro electoral de representación pública, me ha hecho llegar su programa. Y ni siquiera es de los mayoritarios. Para ello he tenido que descargármelo vía internet. Del resto no hay ni rastro. Ni un solo documento que me sirva para comparar, ni un solo intento de poner sobre la mesa posibles realidades políticas y determinados modos de actuar.

No cabe duda, nuestros políticos han perdido el norte. Pero la culpa es de quien los vitorea en vez de compararlos. Porque a fin de cuentas parece que nadie ha caído en la cuenta de que los Conservadores de este país son, en realidad, democrata-cristianos, y los socialistas tienen de socialistas sólo el nombre, porque son realmente socialdemócratas y que los que quieran tendencias socialistas van a tener que encontrarlas en otra parte. Los tiempos de las politicas de izquierdas no han llegado todavía a este pais.

Por deferencia a ese partido que me hizo llegar, vía internet, su programa electoral, probablemente mi voto se lo hayan ganado. Ojalá toda la gente que lea este foro se vuelvan ciudadanos y votantes activos y busquen y comparen las mejores opciones. Exijamos a nuestros políticos, a nuestros dirigentes y a nuestros elegibles. Es nuestro deber como ciudadanos. Y que nadie se pase esta cita electoral por el forro de la indiferencia mediante la abstención. Ha costado muchísimo tener la posibilidad de poder elegir como para (a estas alturas) pensar que la abstención es una solución a algo. Creedme: es más bien el problema. El volverse votantes y ciudadamos activos es la única solución. El resto es simplemente la pataleta del niño pequeño. Un enorme déficit de democracia.

jueves, 21 de febrero de 2008

Laberintos Eléctricos (2ª Parte)

El cielo es un límite inalcanzable. Ya no hay aves. Los pájaros tienen reactores que dejan estelas blancas en los cielos. Los reproductores de música comprimida son nuestros aislantes emocionales, nuestros profilácticos cibernético-acústicos que nos impiden interactuar. Somos un ejército de zombis con banda sonora, con citas ineludibles, con rutinas a todas horas, con la programación correcta en el instante correcto.

Camino y voy sólo. Naces solo, vives solo y mueres solo. Somos el sueño de un dios con pesadillas. Las aceras mojadas me retornan una mirada absurda, mezcla de estupor y pánico insensible. En mi dispositivo acústico-aislante suena Pink Floyd. Soy confortablemente insensible. Los niños van a la escuela, los estudiantes corren camino del instituto y de la facultad. Yo fui, yo fui uno de ellos. Yo caminé con libros bajo el brazo y era feliz y no me di cuenta hasta que lo perdí. Yo también esperé en un aula repleta. En tardes de Mayo aprecié la belleza sobre una verde alfombra repleta de flores. El sol brillaba fuerte arriba. El corazón palpitaba con fuerza sin igual. Que bello es vivir, qué bonita es la vida. Cómo no enamorarse de vivir. De vivir precisamente. Yo estuve sintiendo el palpitar de los veinte años. Era una ciudad hermosa, en un momento hermoso.

La mirada se desvía a una cantina. Una legión de señores que beben sansón en copas de mañana me devuelve una mirada sórdida, escasa, con aromas a tabaco viejo y rancio. Enigmas indescifrables de la naturaleza humana. Ellos fueron bebés. Fueron niños cubiertos de sábanas blancas. Dando las buenas noches se despedían de papá y mamá. Ahora acaban de un solo trago el licor barato de las tabernas. Sigo caminando, estoy sólo. Refugiado en este sentimiento absurdo de una mañana.

¿No te has dado cuenta?. Lo decía Marillion en una canción. ¿No te diste cuenta, no te das cuenta? Este mundo está completamente loco. Lo digo otra vez. Lo presentí. Somos ratones en un laberinto eléctrico. Un laberinto cruél y eléctrificado, cualquier desvío es una descarga, una tortura. Jugamos peligrosamente en el laberinto de un dios cruel y ausente.

Somos ratones bajo la lluvia, buscando un trozo de queso.

Atrapados en un laberinto eléctrico.

viernes, 1 de febrero de 2008

Despacho Funcionarial con Vistas.


Sobre la explanada de Salgueiriños los bohemios y gitanos, los feriantes, los unos y los otros esparcen su modus vivendi a la búsqueda de un mejor postor de baratijas. Hierve la actividad bajo cubiertas plásticas a modo de toldos de ocasión, sobre caballetes de acero inoxidable desmontable. Los gritos empiezan a mezclarse ofreciendo la rebaja, el céntimo que se valora, el descuento progresivo, la ganga... Se mezclan los anillos de oro de las manos morenas que cuentan dinero con las bolsas de plástico de supermercado, con la compra diaria y la visita obligada en la panadería. Todo esto lo contemplo desde la ventana de un funcionario de la hacienda estatal. Hace sumas, hace cuentas, mira ese extraño vademécum digital que es un ordenador enganchado directamente a otro ordenador todavía más grande. Y la maquina le cuenta qué es lo que hay que pagar, cuantías, multas y embargos posibles. Amenazas veladas de un estado que subyuga a sus siervos con pocos recursos.

Miro por la ventana y a lo lejos aparecen las presentidas puntas de las torres de la catedral, sobre un cielo azul frío de Enero. El sol brilla. El funcionario hace cuentas. Teclea cifras cruéles para pago inmediato. Embargos. Uno, dos y tres. Los gitanillos hacen trueques. Cinco euros, cinco euros. Ahora cuatro y medio. El despacho del funcionario es una atalaya sobre la injusticia. Qué el importará al estado el malvivir de ocho años atrás. Qué le importará al estado el haber dejado media vida, medio sueldo en mantener una familia. Qué le importará al estado que trabajes más de 50 horas semanales en una precariedad absoluta, mediante la constante amenaza de la no renovación, mediante la extorsión de la carencia de medios. A nadie le importó hace ocho años... Absolutamente a nadie. Y menos a ese monstruo incierto, deforme ysin cabeza que es el aparato burocrático-fiscal de un supuesto país.

El funcionario goza de buenas vistas, pienso. Pienso y es cierto. Son buenas. La feria avanza. Me da papeles. Paga esto. O eso o multa al canto. Las pistolas se reemplazan por cartas de pago. El estado no precisa balas. Sabe donde vives, donde trabajas y a qué te dedicas. Te tiene localizado, te tiene delimitado. Dónde fuiste, dónde vas y qué o quien eres. Existimos para nutrir ese ente. El estado somos nosotros. Y al tiempo tampoco somos nosotros. Salgo del despacho con vistas. El funcionario queda allí, enganchado a su máquina de soporte vital. No sonrie . Sus vistas son mejores que el. El mundo es una rosa plagada en toda su extensión de espinas. Santiago de Compostela me devuelve una sonrisa teñida de hermosura en una mañana hermosa. Miro el papel del funcionario. Pienso... ¿qué importa el precio, si lo que importa es vivir.?