C O R D U R A

Cordura:Estado psíquico de la persona que tiene la mente sana y no padece ningún trastorno o enfermedad mental.

I N S T A N T E

Instante: Período de tiempo muy breve, casi imperceptible.

UN BREVE INSTANTE DE CORDURA

Un paseo de la mano de la introspección y la reflexión sobre la locura de la vida moderna.

oTrOs lO dIcEN

Do you still believe in fairy tales, in battlements of shining castles, Safe from the dragons that lie beneath the hill?

La Bitácora personal...

De un soñador de Bits en Pijama

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Perpectivas Matizadas.

Las perspectivas. Ese es el matiz. Todos los hechos que puede suceder en la vida ha de ser matizados en la medida de la perspectiva del sujeto de la acción. Hoy todo apunta hacia buen humor. Me he dado cuenta de que tengo que hacer muchas más cosas en la vida, que mis palabras importantes para alguna gente, y eso me motiva escribir. Escribir es muy importante. Por lo menos para mí. A veces escribo para que me quieran, otras veces escribo porque necesito hacerlo, otras veces lo hago para denunciar algo, y  una pequeña parte lo hago por los demás porque creo que existe gente que entiende mis palabras. Escribo para mis niñas, escribo mi familia, en realidad también escribo para todo el mundo porque algunas veces unas simples palabras escritas en un papel nos ayudan a entender cierto tipo de cosas. La perspectiva montada por los demás a través lenguaje siempre es una perspectiva mental y más calmada. La perspectiva mejor reflexionada. Cuando leemos en cierta forma entramos en la mente de alguien, entendemos lo que piensa, entendemos lo que reflexiona.

Lo que acontece en la vida siempre es motivo de reflexión. Yo aprendí a ver la vida desde el punto de vista más reflexionado posible. Por eso creo que se avecina un buen momento. Por eso creo en la esperanza, creo en un nuevo momento la vida a un momento de rosas de sonrisas, un momento de tranquilidad un momento de progreso. Creo honestamente que las cosas van a cambiar. Creo que todo va a ir bien. Y quizá este mensaje no lo esté vendiendo nadie, por lo tanto me hago yo eco del sentir interior de mucha gente. Basta con creer que esto suceda hay que trabajar para ello. El mundo no terminará mañana. Habrá mejores tiempos, habrá mejor empleo, habrá mejor economía... Es algo que siento el mismo dentro de mí y por lo tanto lo quiero transmitir a los demás creo que habrá un buen momento y que veo un mañana lindo. Pero no vamos a esperar simplemente sonriendo bobaliconamente pensando que el optimismo va a realizar todo el trabajo por nosotros. Hay que trabajar. Aquí hay que poner los medios para que las cosas cambien. Quien no lo haga se está equivocando. Es cierto que dependemos de montón de cosas de nombres un poco absurdos, como macroeconomía, producto interior bruto, políticos, economistas,, productividades, sindicalismo etc. En alguno de estos nombres no siempre funcionan las cosas como es debido . Lo sé.No será sencillo. Pero habrá un mejor día y habrá un mejor mañana por poco que queramos que llegue.

Por eso, y entroncando con lo que antes decía, la perspectiva debe ser esa. La perspectiva de que habrá un día mejor. Las cosas tienen que ir bien porque existe un montón de buena gente este país que lo necesita. Y porque empezamos estar hartos de mequetrefes que sólo venden negativismo, peldaño necesario para su escalera de ascenso al poder. Y también empezamos a estar hartos de optimismos infundados. Queremos resultados, queremos que trabajen, y deben hacerlo. Queremos dejar de tener improvisación y queremos gestión y planificación, queremos que nuestros políticos - sin excepción de siglas sin excepción de color político y sin excepción de tendencia política- se reciclen y que se despidan a sí mismos y traían a otros mejores en su lugar.

martes, 21 de septiembre de 2010

Hasta Luego Cielo Azul...

El verano se despidió de nosotros como debía hacerlo. Hemos tenido calor hasta los últimos días. Nos podemos tener queja de él. Ha sido fiel a su naturaleza desde su génesis hasta el final. Como digo siempre que vienen estas fechas: el otoño está en la ventana, se nota su presencia. Coger el coche estos días más complicado cuesta bastante más moverse. Otoño es una época de cambios en la vida de todos. Recuerdo cuando era pequeño y los olores del estreno eran los propios del otoño. Se estrenaban ropas, se estrenaba libros se estrenaba en foros de plástico, se estrenaban amigos y ganas de vivir. El otoño siempre traía cosas nuevas.

O eso recuerdo.

Lamentablemente como todo en la vida esa época pasa. Ultimamente los otoños nos dan más de lo mismo. Es cierto que cambiado emisora de radio para poder escuchar algún poquito más trivial y no ponerme enfermo cada vez que conecta al aparato. Quiero huir de los políticos, de sus tejemanejes, de sus vidas llenas de ambición y codicia .  Más delgado. Dicen. Pero pocos cambios. En el fondo del otoño es tiempo de exilio, puesto que huimos interiormente hacia una parte que desconocemos completamente. Sólo pido que este otoño no traigan las tristezas de otros otoños que he tenido en mi vida.

Quizá este texto que escribo y está saliendo de un pedazo  oscuro de mi mente pueda servirme de algo. Puede. No sé. Presiento su llegada con mi parte de amor. Su parte de odio. Su atisbo de tristeza infinita. En los otoños he tenido mis tronos de amor, mis caidas al abismo de la vulgaridad. La pérdida del brillo del sol en mi mente.  He tenido mis imperios de dolor, mis tronos de suciedad, mis trozos desperdigados por el suelo. Pero mi mente no pueden atrás no sabe ir atrás. Se queda aquí esperando esperando la llegada. Un año más, un milagro más, un otoño más. Cerrar la belleza, abrir este momento, sentirse único, vulgar y común a todos. Somos parte de este virus que es la propia humanidad. Es el virus que revuelve el estómago de la existencia universal.

Hasta luego cielo azul, quizá nos veamos pronto.