lunes, 27 de mayo de 2013

Canto De Esperanza


Hoy vengo a pedir disculpas en una entrada breve. No tenía otro remedio, pues este artículo debería de haber visto la luz hace muchos meses ya, pero entre unas cosas y otras lo he ido dejando de lado. A quienes se lo dedico debo pedir disculpas. Aunque suene a excusa de mal pagador. Que sin duda és.

He pensado en estos días mucho en los jóvenes. Todo vino a colación de una cosa que me sucedió, allá por el mes de Noviembre por culpa de Reinaldo Aguilera, cabeza visible y promotor de un encuentro de emprendedores y desarrolladores de nuevas tecnologías llamado Betabeers. Durante una muy agradable conferencia - coloquio en el Centro de Novas Tecnoloxías de Galiza. Reinaldo me había insistido una y otra vez en que asistiese, aunque fuese solo para  ver un poco como está el panorama de la gente joven en el ámbito de los proyectos TIC y la emprenduría. Honestamente quedé maravillado de la preparación y sobre todo la poderosa capacidad que tienen los más jóvenes para sobreponerse a todas las dificultades que tienen por delante.  Es cierto, el mundo y este país , pese a todos los problemas que tiene, está lleno de oportunidades. Sobreponerse a las dificultades es necesario, lo sé. Pero estos jóvenes, con miles de ideas, con miles de capacidades, muchas de ellas aprendidas en la más solitaria formación autodidacta, me devolvieron la capacidad de imaginar algo mejor.

Nuestros mejores chicos y chicas, se han convertido en ilustres e ilustrados emigrantes. Nuestra mejor generación, nuestro mejor esfuerzo educativo público, nuestra mejor inversión no tiene un espacio donde integrarse en este momento dentro de este estado. Empresarialmente somos un país de enanos. Aquí un empresario no se mueve por el honesto amor al lucro. Su padrenuestro, en general salvo pocas excepciones,  se basa en otro tipo de axiomas; beneficios inmediatos, pepinazos y negocietes redondos y mínimo esfuerzo y escapismo tributario. Y no, no exagero. Díganme entonces si el hijo de puta de Díaz Ferrán es mejor que ellos. Díganme qué  es lo que ha hecho en su vida. Este "señor" es otro claro ejemplo de que el trabajo, el esfuerzo empresarial, la idea de empresario moderno son nomenclaturas también imposibles e incluso impensables dentro de España. Pero es evidente. Un tipejo de la calaña del antes mencionado solo en un país como éste puede subir como la espuma y codearse una y otra vez con el político de turno. Y no es solo el mencionado. Si no que hay miles y miles. ¿Vale más ellos que nuestros mejores jóvenes?



Pienso en Ruth, en toda su generación. En todos su compañeros que se han visto abocados a poner pies en polvorosa o morirse y enmohecerse. Y siento pena. Y siento dentro mi un fracaso propio.  Porque esto del paro juvenil no es una excepción temporal por una crisis: es la norma de un sistema anquilosado y explotador de juventud. Cuando yo tenía veinte años tampoco hubo trabajo. Solo en los tiempos de los negocios de grandes chupinazos y lingotazos urbanísticos ( basadas en recalificaciones, escarceos de corrupción y capitales lanzados para gastar a destajo desde el norte de Europa) hubo realmente capacidad para generar empleos a los más jóvenes. Me entristezco de pensarlo. Pero quiero cantar a esta generación, a estos chicos, un canto de esperanza. Lo ví en los ojos de muchos de ellos durante la conferencia que antes dije. La inventiva y la imaginación son un arma más poderosa que la corrupción y la estupidez. Por eso, para ellos hoy, dedico este pequeño articulo a estos nuestros , vuestros chicos.  Creed en vosotros, en lo que sois, en lo que os habéis convertido por vosotros mismos. Creed y mejorad. Creced aunque sea lejos de aquí. Y que la pena por haber nacido en un pais tan cabrón, puñetero, podrido e  injusto jamás os vuelva de piedra el corazón. Porque detrás de cada hermana que se aleja, de cada hijo o hija que se marcha, hay una esperanza o una promesa de retorno.  Lo haréis para, finalmente, traernos la justicia al resto. Recordad que pese a todo lo malo, este pais, el esfuerzo de los que trabajan honradamente y contribuyen honradamente os han convertido un poco en quienes sois.  Que jamás se os vuelva de piedra el corazón. Volved pronto



1 comentarios:

Lolo dijo...

Genial como siempre