jueves, 19 de febrero de 2015

Pajarillo




Afirmación: quien no sueña no vive. ¿Quien no quiso cambiar de vida, empezar de cero. Vivir en un naufragio en una playa desierta soñada, desnudo al sol y con la esencia de la risa en los labios constantemente?

Medio en broma, medio en serio uno tiene sus sueños. Alguno de ellos son irrealizables, y uno lo sabe. Fastidia, pero lo asume. Sabe que no son ciertos y que probablemente pocas posibilidades tienen de volverse realidad. No hablo de golpes de suerte, loterias acertadas, amores reencontrados... (eso es irrelevante) ...hablo de sueños en sí mismos. Hablo de cabañas en la playa, en paises lejanos donde el calor nunca falta. Hablo de botellas de ron a la sombra de una palmera, mientras la marea menea el cayuco.

Luego, vas y te despiertas. Y suena el despertador de todos los días, la comida en el tupper de todos los dias, la parada a las doce para el café ( también el de todos los días ), la movida del atasco de todos los dias. Entre cada uno de los factores de la ecuación rutinaria uno deja caer un sueño. Una gota de si mismo, de sus ilusiones, de sus pertenencias, de sus aspiraciones. Una partícula minúscula. Ese desgaste se va palpando en la exigencia de esas fantasías. Que ¿por qué no se cumplen? Que ya va tocando, narices.

más allá del mar, a la playa desierta de la isla perdida. Donde una cabaña nos espera con un licor de ron fresquito, el amor a deshora y rescatado de la juventud para entregarnos a la lujuria de vivir sin tiempo. 

Somos como pajarillos, que quieren volar, ser libres, ser libres al fin, fuera de esta jaula. Fuera de los problemas, fuera de las angustias, de las rutinas del día a dia. Para llegar más allá del mar, a la playa desierta de la isla perdida. Donde una cabaña nos espera con un licor de ron fresquito, el amor a deshora y rescatado de la juventud para entregarnos a la lujuria de vivir sin tiempo. O sin contar el tiempo, mejor dicho. Que el deseo sea para siempre, duro para siempre, eterno para siempre. Lo decía Gala hace ya muchos años. 'Te querré siempre', dije , y era cierto, el amor es eterno mientras dura. Es una afirmación de los amantes. La vida no es más que un movimiento contínuo de la eternidad.

Pajarillos frágiles de deseos múltiples. Pajarillos que vuelan y se pierden en las arenas del tiempo. Carcoma ilusionada de nuestra vida, va horadando nuestra madera hasta apolillarnos la médula. Pajarillos que sueñan. Y nos invitan al vuelo.

Volver y volar de nuevo. Para un nuevo sueño.


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