miércoles, 22 de enero de 2014

Cala D'en Serra

Sin duda estoy noctambulo y nostálgico. Ayer soñé con mi vieja amiga, la cala d'en Serra, en Eivissa. Cosa extraña, puesto que solo estuve una mañana en ella, hace ya mucho tiempo. Noctámbulo, sin duda. Hoy me he podido permitir el lujo de serlo. Nostálgico . ¿Por qué narices ha surgido este escenario que ha estado codificado tanto tiempo en mi mente? Cosas de los sueños. No echo de menos nada, pero si es cierto que uno se refugia a veces en sus vidas anteriores para darse un cierto airecillo, un retoque mental. Un aire, que dirían los castizos. Un descanso.


"Esta lluvia interminable fabrica nostalgias con las migajas de los recuerdos. Propone arquetipos de melancolía sobre la propia esencia de la vida. Llueve una y otra vez. Me gusta y no me gusta"

Para quienes no la conozcan, la recomiendo. Un pequeño paraiso en una semi clandestinidad . Prueban que intentaron ultrajarla las ruinas de un hotel que nunca terminó de construirse. Recuerdo el mar caliente, unos chicos que se quejaban de lo caro que era todo ("Tio, un agua son dos euros, así no aguantamos mucho"), un chiringuito totalmente ibizenco y con cierto airecillo kitsch de los setenta ( los hippies nunca mueren, solo cambian la denominación de origen) y dos pequeños yates muy revival de los setenta de bandera francesa. Una mañana ideal, con un viento muy suave y unas pequeñas olas que erizaban un mar densamente azul y transparente. Al fondo estaba la otra parte de la cala, como un bando de arena, donde mujeres desnudas lubricaban sus cuerpos ante el rey sol. Y su desnudez brillaba como un reflejo en el agua. Y se lanzaban agua entre ellas, y pasaba la mañana suave y despacio.

Afuera llueve nuevamente. Maldición, estoy nostálgico. Esta lluvia interminable fabrica nostalgias con las migajas de los recuerdos. Propone arquetipos de melancolía sobre la propia esencia de la vida. Llueve una y otra vez. Me gusta y no me gusta. La mañana será brillante. Sopla del Norte. Luces y claros.



Tuve mis vidas y mis edades. De todas ellas aprendí. De unas aprendí lo bueno y lo malo. En todas ellas, de una u otra forma busqué la belleza. Quizás ahora entiendo por qué recordé ayer Cala D'en Serra. Porque de una u otra forma siempre la belleza vive dentro de mis propios sueños, y eso incluye también las propias pesadillas.

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