Hace unos días, intentando distraerme de la soledad en que me he encontrado tras una serie de acontecimientos inesperados de este verano, decidí hacer limpieza entre los viejos recuerdos que todos guardamos de nuestra infancia y adolescencia.En una vieja caja de lata, entre gastadas cartas infantiles, pedazos de entradas de ansiados conciertos, flores secas y otros recuerdos de amores adolescentes… como si se tratase de un aviso o incluso una respuesta… encontré un viejo libro, de gastadas y sucias páginas que hace más de 16 años me regaló una...