
Voy a confesar algo aquí y ahora. Y me puede pesar la confesión, pero la haré igualmente. Me lo debo y se lo debo a mucha gente. El pasado martes veintitrés iba a a escribir una reseña en este mismo blog ( mi cajón de sastre de mis desvarios y mis paranoias) con referencia a la noche del día veinticuatro y la simbología que tiene para mi el propio dia veinticinco. Porque la noche del Apostol es una noche llena , llenísima de buenos recuerdos,...