Durante tres días he visto nevar. Afuera el momento era dulce e insólito. Dentro, el momento era extraño. Hoy ha salido el sol, y apenas ha calentado. El invierno, como decía Yazoo, en cierta forma mata.
Paz, era eso, eso que me faltaba. Paz, eso que añoraba. La tengo dentro. Y sé que mi corazón está aquí, deambulando en alguna parte, en medio de estos cambios, en medio de mis incertidumbres. Mi seguridad se ha ido deshaciendo como un cubito de hielo en un vaso lleno de bourbon. Abandonado por muchos de los que ame. Abandonado por muchísimos de los que ayudé en un determinado momento de la vida. No me importa. Sé quien soy y porqué estoy aquí. Estan ellas, mi familia, mis trozos de mi. Que nadie lo dude. El corazón es un León que acecha en las espigas. Espero la luz de un nuevo día, el sol de un nuevo verano. Que nadie toque a la manada. Acecho entre las sombras.
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