
Tras las gafas de sol escondí un poco mi emoción. Tardé, pero cumplí. Cumplí con lo prometido. Allí estaba, delante de mi. No es grande precisamente, ni precisamente destaca sobre el resto. Pero su mármol blanco, sus almenas estriadas, su patio largo hacia el Tejo, sus balconadas cuasi barrocas la hacía prevalecer sobre el entorno. Había vuelto. Cumplí con lo prometido.Volví dieciocho años más tarde. Con el doble de la edad que tenía cuando fuí...