Permítanme aprovechar el dia y el momento. Vispera de nochebuena, tarde gris y casi devenida en noche. Santiago fresco de antesala de invierno. Llevaba ya unos días pensando en esta entrada del blog. Y finalmente el tiempo – siempre escaso – se me ha echado encima. No tengo demasiado fácil tener espacios para escribir, y como se dice por ahí ‘esta vez el toro me ha cogido’. Sobra un poco la disculpa pero quiero ponerla, por si acaso. Por eso llego hasta la nochebuena. La casualidad no existe: no me parece dia más adecuado que éste...