
Relámpago. Diego se queda mirando la ventana. Otro relámpago. ¡OH! -dice con su limitado vocabulario. -¡OH! ( otra vez) Estamos juntos en el despacho reconvertido en habitación de juegos. Miento, reconvertido no : tomado por asalto. Como la felicidad. ¡Miá!, ¡Miá Pápa!
¿Te gusta la tormenta, Diego? No hay mas respuesta que otro ¡OH!. ¡Mia! Que si, peque. Que es una tormenta. Llena de rayos y truenos. De los delicados sonidos que traen los truenos...